El precio medio del gasóleo se sitúa en 1,02 euros por litro, mientras que el de la gasolina ronda los 1,10 euros
Y después del petróleo, los carburantes. Las gasolinas están sufriendo la sacudida del Covid-19 y esta semana el mercado ha continuado con la tendencia bajista hasta llegar a nuevos mínimos, con un abaratamiento de más del 18% desde los máximos anuales que registró a principios de año. Concretamente, el precio medio del litro de gasóleo ha bajado un 1,44% respecto al dato anterior hasta situarse en los 1,022 euros. Es el nivel más bajo desde agosto de 2016. Con este comportamiento, el precio del carburante aún amenaza con romper la barrera del euro, hecho que no se producía desde hace casi cuatro años. No obstante, en gasolineras de varias comunidades autónomas ya es posible encontrar precios por debajo de esta cuota desde hace algunas semanas. El litro de gasolina esta semana ha registrado un descenso del 1,24% para marcar un precio medio de 1,108 €, niveles mínimos desde marzo de 2016.
Precisamente en España este producto sigue aún por debajo de los precios de la Unión Europea y la eurozona, donde el litro cuesta 1,193 euros y 1,255 euros, respectivamente. Que los precios finales sean más baratos se explica, en parte, por la menor presión fiscal respecto a la media comunitaria, a pesar de los incrementos en el IVA y otros impuestos.
Por otra parte, en comparación con los máximos anuales que tocaron los combustibles durante la primera semana de enero, el gasóleo acumula un descenso del 18,4%, mientras que en el caso de la gasolina el abaratamiento es del 16%. Este importante descenso en los precios de los carburantes viene acompañado de la bajada del crudo en los mercados internacionales. En el caso del Texas estadounidense, esta semana quedó en niveles históricos por debajo de cero. Sin embargo, ayer el precio del barril de petróleo cogía un poco de aire y el Brent, de referencia en Europa, cotizaba por encima de los 22 dólares, mientras que el Texas se intercambió a casi 16 dólares.
Este efecto rebote tiene una explicación en parte geopolítica. El miércoles el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó a su ejército la destrucción de naves iraníes en caso de sentirse amenazados en el Golfo Pérsico. «He ordenado al ejército que abata y destruya todos y cada uno de los barcos iraníes si son hostiles contra nuestros al mar», amenazó el mandatario. Según los analistas, el mercado se enfrenta a un grave problema de saturación, ya que la capacidad de almacenamiento escasea ante el hundimiento que ha sufrido la demanda con el parón económico de buena parte del mundo por la emergencia sanitaria del Covid-19.
En Estados Unidos el problema para encontrar espacio en las reservas es especialmente grave y se prevé que las principales instalaciones en Cushing (Oklahoma) se llenen en cuestión de semanas. «Es el grito de advertencia más fuerte que el mercado del petróleo está roto. Los centros de almacenamiento en todo el mundo no pueden manejar el exceso de oferta, ni en mayo ni en junio «, apuntaba la consultora Rystad Energy en una nota a los clientes. Además, insistía en que los operadores estarán «exactamente en la misma situación» el próximo mes, o «peor» a medida que la situación se agrave. El mismo documento señalaba que las medidas de confinamiento ya han recortado la demanda unos 21 millones de barriles al día durante el segundo trimestre de 2020.
Posible cierre de pozos de crudo en Estados Unidos
Este contexto también hace pensar a algunos inversores que pronto podría haber cierres de pozos de crudo en EEUU, lo que reduciría el flujo de petróleo y intensificaría los recortes en la producción mundial. En este sentido, ya se habían sufrido algunos ajustes después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados acordaran rebajar el bombeo 9,7 millones de barriles al día para hacer frente a un panorama inédito.